Una de las soluciones más intentadas para gestionar la rabia es callándose y tragándola. Pero no es la mejor de las opciones a largo plazo, pero a corto plazo puede servirte. Te contamos cómo gestionar la rabia de una manera correcta.

Cuando intentas gestionarla callándote y no decir nada, en un primer momento la persona considera que su intento de solución ha tenido éxito, porque a pesar de estar en una situación dónde no puedes gestionar el estrés y ansiedad, consigue no explotar con un ataque de ira.

Consejos de cómo gestionar la rabia

La solución en estos casos se parece cada vez más a un “tragar algo” que se convierte día a día en una ola de rabia que se puede contener, hasta que se explota de modo totalmente desproporcionado. Saber gestionar las emociones puede ser un muy buen consejo y fácil de decir pero dificil de gestionar.

Es una contradicción que en este caso funciona, porque la persona consigue controlar la rabia, por un tiempo. El hecho de que la solución funcione en un primer momento, hace que a las personas les resulte más difícil de entender que no es una buena solución. La necesidad de tragar, se refuerza con todas las sensaciones negativas que provoca la explosión. Es una explosión fuera de contexto, que la persona no relaciona con el tragar porque el tragar le ha funcionado.

La intervención para transformar la rabia en recurso consiste en canalizarla para que se pueda fluir normalmente. Igual que frente a una rio, en lugar de construir un dique para contenerlo, se abren canales para que fluya.

Si ya te has sentido en esta situación y no consigues gestionar la rabia y no sabes como gestionarla, te podemos ayudar en la consulta de psicología en Tarragona dándote pautas y consejos para gestionarla de una manera más eficaz.  

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